Un tiempo en el que los niños nacían en hermosas macetas de barro rojo.
Cinco mujeres detenidas en la lluvia.
Y vos, la visita más esperada para que todo comience de nuevo. Si tal cosa es posible.

Innocence



Dir. Lucile Hadzihalilovic, 2004.

Desgraciadamente no todas las películas se conocen a tiempo pero esta, sin duda, es una de las que asumimos e incorporamos como guía. Toda una experiencia estética.

De nuevo, los principios

Queremos agradecer una vez más a todos aquellos que nos están acompañando en este tramo del camino. Todas y cada una de las devoluciones acá mostradas, implican que uno de ustedes vino a vernos, se dejó llevar por la propuesta, y se tomó la molestia de quedarse pensando en eso, sentarse y escribirnos un tiempo después sobre su propia experiencia. Esa dedicación es fundamental en este proceso de apertura del trabajo. Nos mostramos para eso. Y saber que lo conseguimos, que ustedes vinieron y pensaron, se emocionaron, recordaron algo... es nuestro mayor éxito.

En estos días nos hablaron sobre la necesidad de hacer algo para que el público nos "siga más". En dos sentidos: por un lado, dentro de la propia obra, lograr que el texto sea un poco menos omnipresente, más penetrable. Por otro, apelar a otro tipo de recursos para convocar público. Después de hablarlo, pensarlo y volverlo a pensar, nos vemos en la obligación, para con nosotras mismas y para los que nos acompañan cada domingo en este proyecto, de compartir con todos ciertas certezas:

* la lluvia y otras cigüeñas, nació como propuesta minoritaría e intimista que ahonda en cuestiones bastante insostenibles en escena: el texto poético, la narración de algo ya pasado, la lentitud, el silencio, la pausa, la monocordia como clima sostenido que se rompe puntualmente para recuperarlo con mayor intensidad, la melancolía femenina como estado digno de explorar y contemplarse y, sí, también la solemnidad y la ritualidad. Todo eso debe hacerse presente sin molestar ni aburrir al público. Pero, con semejantes ingredientes, nuestra búsqueda no pasa por "entretener", aspiramos a que su presencia, cada visita, sea un pequeño viaje a un universo femenino tan concreto como simbólico. Quizá se despierte su curiosidad por lo ritual, por ese mundo extraño al que se alude y que deben imaginarse. Quizá se enganchen con los olores, las acciones, los objetos. Algunos disfrutarán del texto hecho relato para ellos. Otros se dormirán. Todo nos sirve. Ustedes nos visitan y nosotras exploramos los límites de nuestra propuesta. Ni nuestra paciencia ni la suya, por suerte, son idénticas.

* Pese a que Buenos Aires sea una ciudad bendecida con el consumo masivo de teatro, algo insólito en gran parte del planeta, por más que se nos olvide constantemente y todo sean quejas por exceso... No es posible que todas las obras alcancen ese lugar en el que "suenan", para bien o para mal. Hay muchas obras terribles que mueven masas, obras interesantes que pasan desapercibidas y auténticos castigos que vaya una a saber cómo encontraron sala. Se puede hacer muy bien el mal y muy mal el bien.

Hay elencos dispuestos a pagar un seguro se sala que excede su taquilla, los hay que pagan para que les hagan notas de prensa, y la práctica habitual de un tiempo a esta parte, es que se trabaje con un "hacedor de prensa". Todos esos recursos supuestamente, están encaminados a que las obras duren en cartel. Empecinadas en mantener cierta lógica con nuestros principios, no practicamos ninguna de esas opciones por considerarlas esencialmente absurdas. No tenemos ni la paciencia ni la plata necesaria para esos menesteres y creemos firmemente que si el boca a boca no abre las primeras puertas, no habrá dinamita que nos sirva. Nuestro trabajo está hecho del mejor de los modos posibles. Toda la parafernalia alrededor forma parte del mundo teatral, pero no es teatro. Y, por ahora, podemos permitirnos el lujo de que no nos importe.


M. Trigo.

Importante devolución de la semana

Maday Méndez nos acompañó este domingo y nos escribió esta síntesis de su vivencia. Muchas gracias.

***

Nada se repite. Nada. No hay trucos. El teatro no se imita a sí mismo. Ellas están vivas, todo es real. Todo sucede. Sucedió y ahora pasa se vuelta en una suerte de magia de los sentidos, de los recuerdos, de cosas que existen y cosas que no existieron nunca, sólo ahí, en ese momento, sólo en ese universo creado con manos delicadas, con almas ricas, generosas, locas… con pensamientos oscuros, bellos, carnales… en definitiva, reales.


La acción llega, las mueve, y sí, la poesía también, como modo de expresión, siendo eso: palabras -evocadoras, disparadoras de universos propios y ajenos-, palabras que conforman un lenguaje, un código; pero sobre todo palabras llenas de para qué, de por qué, de deseos, necesidad, luchas y anhelos. Palabras, objetos, actividades y actrices que dibujan un clima, un ritmo, un lugar en el tiempo que uno no sabe si reconoce o no, pero que le pertenece, le golpea y le acuna.

En esta obrita (como ellas la llaman) el teatro no se imita a sí mismo. Se encuentra, se crea, se imagina. Huele a búsqueda y a ritual. Cómo juntar lo sagrado y lo concreto en el teatro… Cómo dejar que el teatro sea teatro y no la vida misma, aunque respire. Cómo hacer para ser en el arte, en el escenario. El teatro no es la vida por más que hable de ella; es un lugar de encuentro, un lugar donde todo el trabajo previo de búsqueda e inspiración de quienes lo ejecutan pone lo suyo para que uno mire hacia sus adentros y vuele lejos con cada movimiento, con cada objeto, con cada acción de esas mujeres que sostienen allá adentro sus contradicciones y su humanidad. Necesitaba recordarme todas estas cosas, ver un teatro vivo, pero también sagrado; sentir durante y antes de que comience la función (vayan y lo entenderán) un profundo respeto y la sensación de estar viviendo un momento único.

La lluvia y otras cigüeñas fue un viaje movilizador; terrible y hermoso. Muchas gracias a todas por eso y por la inspiración.

Siguen llegando...

Siguen llegando comentarios, devoluciones, y en este caso, un texto a partir de las sensaciones de la obra.

Juan Gago nos escribió:

Cómo lograr la libertad entre cuatro paredes (de este cuerpo).


Empiezo escribiendo decididamente al azar. No tengo plan, lo único que tengo es una idea: la libertad se concibe siempre desde una prisión: si, todos son "cuadernos desde la cárcel". Cárceles fragmentadas, diversas, reales o tácitas. Pienso, muchas veces en forma de aforismo "el malestar de los hombres sobreviene a una condena, a cualquier condena". La de nuestros cuerpos, la del alma que algunos días pesa sobre el pecho, la de los recuerdos, la de los amores. Qué es la libertad sino el librarnos de esas condenas? No sufras, es sólo una ilusión diría buda. Pero sobre esas (estas) paredes también escribí versos, me acostumbre a ver las luces y las sombras, descubrí dibujos en sus imperfecciones. Sé que las extrañaría. "En algún lugar del universo hay otra persona (otras, infinitas, quizá la misma), en una celda idéntica, mirando los mismos dibujos de las sombras sobre las cosas". Es verdad, le escribo una carta, no me contesta, deduzco que esa persona no existe (me pregunto si no me habrán llegado tantas cartas que no conteste). La libertad se encuentra entre cuatro paredes, la de este cuerpo, las de este mundo. Espero no haber olvidado la idea del principio, la de las prisiones, la de las celdas; a veces pasa el rayo de luz por la ventana, a veces creo ver otras cárceles: dan ganas de contarles lo que yo escribo acá en las paredes, de como descubrí que a veces se parecen a mapas). A veces recuerdo (los invento), a veces rezo. Otras veces escribo estos cuadernos desde la cárcel y me pregunto (me contesto) cien veces cómo lograr la libertad entre cuatro paredes.

¡Cambiamos de horario!

A PARTIR DEL DOMINGO 22 DE AGOSTO, LA FUNCIÓN SERÁ A LAS 19HS.

Os esperamos.

Nota en La luna y el arte

La luna y el Arte es un blog multifacético, dedicado a la difusión de actividades artísticas y culturales. Romi Amodei, responsable del mismo, nos publica esta amable nota. Muchísimas gracias.

http://lalunayelarte.blogspot.com/2010/08/entrevista-macarena-trigo.html

El público dice...

Como anunciamos desde el principio, las devoluciones del público son muy importantes para nosotras, puesto que son la crítica constructiva que nos hace mejorar. Por otro lado, no tenemos prensa, así que todos los aportes son bienvenidos. Recordamos que pueden escribirnos a cosasdelalluvia@hotmail.com.ar para enviarnos sus comentarios. Muchas gracias.

***

María Beatriz Cernello, nos escribió:

Hola. Les escribo solo para contarles que me encantó la obra. Realmente la disfruté muchísimo, me produjo diversas emociones, por momentos me angustió, en otras ocasiones me enterneció y debo reconocer que en otros pasajes me produjo cierta rabia ante tanta resignación. Además me sentí incorporada en la obra misma por la manera de estar presentada. Muy buena toda la ambientación y el vestuario, realmente además de ser bella estéticamente, daba la impresión que no se les escapó detalle alguno.
En realidad no soy una persona idónea para analizar los diferentes aspectos de una obra de teatro. Sólo quiero transmitirles que la disfruté mucho y a mi entender es una excelente obra, muy bien representada y actuada.

Les deseo lo mejor y espero volver a verlas pronto. Beti.

***
Mercedes Longo Brea, nos escribió:

Cinco mujeres
cocinando lavando ropa
cosiendo ordenando
lavándose la cara y cantando
esas canciones que hechizan

parecen como nosotras

Aunque quizás (no) sean hermanas
aunque quizás sean fantasmas
aunque quizás estén muertas
Dicen no ser bellas
pero son hermosas

Las voy a visitar de nuevo!

Me encantó!
Felicitaciones!

***

Mercedes Longo Brea
Lic. en Artes - UBA
http://www.mercedeslongobrea.blogspot.com/

Ariane Mnouchkine dixit

"Los actores se preparan antes de la entrada del pùblico. El pùblico entra una hora antes del comienzo. Los actores ya están en sus camarines pero ese tiempo es diferente según los actores. Hay quienes son mucho más lentos y comienzan a prepararse más temprano todavía. (...) Ellos hablan. Pero la verdad es que se preparan con un respeto máximo. (...) Creo que reina una suerte de silencio, pero cuando los actores ya quieren hablar, cuando tienen algo que preguntar, lo hacen. Voy a decir que no hay un voto de silencio pero sí existe la necesidad del menor ruido posible.
Por lo menos, existe el menor ruido "inútil" posible. Ruidos inútiles, palabras inútiles, yo diría, casi, gestos inútiles e idas y vueltas inútiles. Pero lo que los actores tienen que hacer, lo hacen. Si tienen que ir a tomar un vaso de agua, van a tomar un vaso de agua. Si ellos tienen que hacer pipí, hacen pipí. Si tienen que decir: "¿Me puedes prestar esto?", lo dicen. De todas maneras (...) un actor no le preguntaría a otro si leyó el diario. Si eso se hiciera se sabe que es un error. Ellos tratan, en la medida de lo posible, que todo lo que se haga, que todo lo que se diga , vaya hacia la preparación misma del público".

J. Féral, Encuentros con el teatro del Sol y Ariane Mnouchkine. Propuestas y trayectoria., Artes del Sur, Bs. As. 2010. p. 48.

Crítica destacada de la semana

"Ni en pedo me dormí, de a ratos tuve miedo y por momentos angustia, pero estuve muy lejos de dormirme".


Muchas gracias.