Pareciera que sí, que con nuestro trabajo convocamos algo más que el deseo de la lluvia. Nos ha acompañado y nos ronda, como amenaza leve en las alturas.
En tan sólo unos días hay un modo de estar, ciertas maneras, una lógica extraña que hacer propia, muchas nuevas imágenes y canciones y ropas... Y agua por todos lados.
Que sigan los hechizos.
Nos seguimos buscando.
(segunda semana de febrero, 2010).