Un tiempo en el que los niños nacían en hermosas macetas de barro rojo.
Cinco mujeres detenidas en la lluvia.
Y vos, la visita más esperada para que todo comience de nuevo. Si tal cosa es posible.
Cinco mujeres detenidas en la lluvia.
Y vos, la visita más esperada para que todo comience de nuevo. Si tal cosa es posible.
Lo que importa
es el camino,
es decir,
el proceso,
el viaje,
cada foto
en la memoria
del paisaje.
Lo que importa
son las ganas
de seguir,
de volver
a empezarse,
como siempre,
pese a casi todo.
A eso vamos.
es decir,
el proceso,
el viaje,
cada foto
en la memoria
del paisaje.
Lo que importa
son las ganas
de seguir,
de volver
a empezarse,
como siempre,
pese a casi todo.
A eso vamos.
Marosa
Misal de la virgen
-Usted nunca tuvo hijos.
-No. Aunque, un día, cuando era chica, surgieron de mí, de mi pelvis, tres
lagartos. En cartílago grueso y anillado. Tres.
-Eh.
-Sí. Iban por la hierba. Al parecer tenían ojos, pero no pude saberlo. Se
hundieron en el piso.
-Oh.
-Pero antes oí un alarido, como si dijesen: ¡Mamá! ¡Ay, madre! ¡Ay!
-Oh.
-No volvieron nunca. En el momento de la parición, salían de mis pechos (del
izquierdo y del derecho), una gotita de sangre y una gotita de leche.
-...!
Y ella quedó impasible. Y aunque era completamente blanca, pareció lo que
siempre había parecido:
Una princesa india, abajo de su anacahuita.
-Usted nunca tuvo hijos.
-No. Aunque, un día, cuando era chica, surgieron de mí, de mi pelvis, tres
lagartos. En cartílago grueso y anillado. Tres.
-Eh.
-Sí. Iban por la hierba. Al parecer tenían ojos, pero no pude saberlo. Se
hundieron en el piso.
-Oh.
-Pero antes oí un alarido, como si dijesen: ¡Mamá! ¡Ay, madre! ¡Ay!
-Oh.
-No volvieron nunca. En el momento de la parición, salían de mis pechos (del
izquierdo y del derecho), una gotita de sangre y una gotita de leche.
-...!
Y ella quedó impasible. Y aunque era completamente blanca, pareció lo que
siempre había parecido:
Una princesa india, abajo de su anacahuita.
De "Obra completa " 2005
Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto...
Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas
cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en
verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles, que nunca se salían de su lugar.
Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas,
porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada
vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas,
aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos, esos espejos.
Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente descifrable.
Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente el porvenir.
Los poetas mayores están allá, donde yo digo.
De "Clavel y tenebrario" 1979
Y para escucharla:
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=critz.php&wid=1217&show=poemas&p=Marosa%20Di%20Giorgio
¿Medio lleno o medio vacío?
Así es como empezamos de nuevo. Con ganas renovadas de buscar(nos) y encontrar(te). Este espacio será una herramienta más de nuestro trabajo, un rincón en el que volcar dudas, inquietudes y pequeños grandes hallazgos que nos nutran. Aún faltan unos días para reunirnos, pero todas estamos sembrando.
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